El pequeño Leo tenía un año cuando fue trasplantado en el Hospital Universitario Vall d’Hebron de Barcelona de un pulmón. A los 24 días (el 12 de noviembre de 2022) falleció debido a la complicación de una infección. Es un resumen demasiado breve para el largo y durísimo proceso que tanto el bebé como sus padres, Ana Vidal y Toño Diz, vecinos de Meis, pasaron para lograr que su vida saliese adelante. Pero también es un claro ejemplo de lo que una familia sufre cuando se enfrenta a una enfermedad rara. La que Leo tenía era una afección genética que no le dejaba asimilar adecuadamente el oxígeno y estaba causada por un déficit de proteína B de surfactante.

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