El Santiago Bernabéu fue testigo de una de las noches más amargas de la temporada, con el Real Madrid cayendo 3-1 ante el AC Milan en un partido en el que se evidenció la falta de cohesión y dirección en el equipo dirigido por Carlo Ancelotti. Este resultado, que llega después de la dolorosa derrota contra el Barcelona, expone las dudas sobre el planteamiento y el rendimiento de algunas de sus estrellas, especialmente de Kylian Mbappé, quien sigue sin encontrar su lugar en el esquema blanco.
Arrigo Sacchi, mentor de Ancelotti, había revelado recientemente que su antiguo alumno le había consultado varias veces en los últimos días, en un intento de encontrar soluciones a la falta de química en el ataque madridista. A pesar de los ocho goles de Mbappé en la temporada, el astro francés parece incómodo y fuera de lugar en un equipo que solía jugar un estilo más cohesivo. La llegada de Mbappé, más acostumbrado a ser una estrella en solitario, ha trastocado el equilibrio en un ataque donde Vinicius destaca como el jugador más en forma.
Primer Tiempo: Goles y Desconcierto
El Milan, bajo la dirección de Paulo Fonseca, presentó un equipo sólido y ordenado, con la figura de Rafael Leao como su principal amenaza. Los blancos, aunque intentaron tomar el control del partido, carecieron de precisión y se mostraron vulnerables en defensa. En el minuto 12, tras un córner ejecutado por el Milan, Thiaw aprovechó un despiste de Tchouameni para abrir el marcador, generando una rápida reacción en el banquillo de Ancelotti.
El empate llegó al minuto 21, cuando una falta sobre Vinicius permitió al brasileño convertir un penalti. Sin embargo, este destello de individualidad no logró levantar al equipo, que seguía mostrando lagunas en defensa y falta de organización en el mediocampo. La presión del Milan siguió surtiendo efecto, y poco después del empate, Álvaro Morata, exjugador blanco, silenció al Bernabéu con un gol tras una desafortunada salida de balón de Tchouameni. La venganza de Morata fue fría, anotando en el estadio que alguna vez fue su hogar.
Segundo Tiempo: Cambios, Frustración y Sentencia
Ancelotti intentó corregir el rumbo al inicio de la segunda mitad. Los cambios introdujeron a Camavinga y Brahim en lugar de Tchouameni y Valverde, ambos con una actuación por debajo de lo esperado. No obstante, el Milan siguió generando peligro, con Leao siendo una constante amenaza. La afición, resignada, empezó a mostrar su descontento con abucheos y el tradicional cántico de «¡Échale huevos!».
Mbappé, por su parte, se mostró desorientado en la cancha, apareciendo en posiciones inusuales y sin poder aportar su habitual explosividad. Cuando Modric comenzó a decaer físicamente, Ancelotti apostó por una alineación improvisada en el centro del campo, pero el Milan seguía siendo superior. Finalmente, a falta de quince minutos para el final, Reijnders selló el marcador con un tercer gol tras una jugada desde su propia área, dejando claro que el Milan estaba muy por encima en todos los aspectos del juego.
Una Noche para el Olvido
Con esta derrota, las críticas sobre la gestión de Ancelotti y la adaptación de Mbappé se intensifican. El Real Madrid parece necesitar una dirección clara que les permita encontrar de nuevo su identidad, mientras que el Milan se lleva una valiosa victoria que los fortalece en la competición. La afición madridista se marcha del Bernabéu con muchas preguntas y pocas respuestas, y con la esperanza de que el equipo recupere pronto la solidez que solía caracterizarlo.