El vandalismo y el pillaje no tienen límites en el antiguo Hospital General. Los intrusos asiduos de los edificios del complejo sanitario abandonado desde hace una década aprovecharon la noche del jueves para hacer de las suyas. Varios postes colocados en los últimos días por la empresa Arboiris en el marco de los preparativos de los derribos previstos a lo largo de este año por el Principado aparecieron rotos y algunos de ellos ni siquiera llegaron a aparecer porque fueron directamente sustraídos. Vecinos y peatones coincidieron ayer en demandar más seguridad para llevar a buen puerto los trabajos. «Aquí ahora reinan el caos y la impunidad», declaró ayer Marián López mientras pasaba junto a uno de los postes arrancados, admitiendo su temor de que «los robos frenen los arreglos previstos».
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