«La accesibilidad a la Cartuja es nefasta, no sé qué va a pasar cuando llegue el Betis», se pregunta Reyes Aguilar, escritora que lleva 17 años trabajando en esta zona de Sevilla. Su queja se une a la de muchos que el pasado fin de semana asistieron al multitudinario recital de Manuel Carrasco: «Esto es lo que nos espera la temporada que viene: más de una hora después de terminar el concierto, es una verdadera ratonera», tuiteó un usuario. Y no queda mucho: miles de verdiblancos tomarán el estadio en unos tres meses.

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