La huerta es su vida, y la tierra su elemento natural. Santiago Pérez sigue al pie del cañón a sus casi 92 años, enredado entre plantaciones e invernaderos, pedidos y cuidados a sus hortalizas en sus fincas de Pruvia (Llanera). Pionero de la agricultura ecológica en Asturias, sigue teniendo tan claros sus principios como cuando empezó en serio con sus cultivos: «No podemos echar venenos a lo que comemos, cómo va a ser eso bueno», señala con firmeza.

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