Han pasado más de mil días desde que José Manuel Albares pidió a Bruselas que catalán, gallego y euskera entraran a formar parte de la lista de los idiomas oficiales y de trabajo de la Unión Europea. El ministro de Exteriores lo formalizó en una carta dirigida a la presidencia semestral del Consejo, que en ese momento ostentaba precisamente Pedro Sánchez. Era el 17 de agosto de 2023, y con esa misiva no solo puso en marcha un proceso que se venía exigiendo desde Cataluña desde hacía años; también dio el impulso definitivo al desbloqueo de las negociaciones de investidura de Pedro Sánchez. Se ganó con ello el “sí” de los diputados de Junts y el nuevo Gobierno echó a andar tres meses después.

Publicado enOtros Última Hora