Colillas, preservativos, restos de cortes de pelo o hasta un carro de la compra de un supermercado cercano. Estas son tan solo algunas de las cosas que desde hace aproximadamente un mes vienen apareciendo el Centro de Estudios de La Fresneda (Siero). Algunos usuarios de las instalaciones denuncian que «los jóvenes de la zona han convertido el emplazamiento en un punto de reunión social» y aseguran que «sobre todo por las tardes es imposible estudiar».

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