Malos tiempos para la lírica

Vivimos tiempos curiosos. En nombre del bienestar emocional, del entretenimiento constante y del confort inmediato, hemos comenzado a aplanar el camino de la educación, de la cultura, incluso del debate público. Todo debe ser amable, sencillo, digerible. Todo debe entretener. Y así, sin darnos cuenta, hemos iniciado una marcha silenciosa hacia la infantilización de la sociedad, en gran parte a través de la gamificación.