La comparecencia del ministro Carlos Cuerpo a las 13.48 horas de ayer, día de San Juan, festivo en Cataluña y posterior a la verbena, colapsó las comunicaciones en determinados entornos de poder. Muchas interpretaciones se hacían en caliente para saber hasta qué punto la decisión del Gobierno de impedir que BBVA y Sabadell se fusionen durante tres años podía suponer un punto y final a una operación hostil que se arrastra desde hace ya 13 meses.

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