En el marco de la crisis de vivienda que existe a nivel nacional, en Gijón, impulsada en gran parte por el envejecimiento de la población y por el desfase entre demanda y oferta, aparece ahora una nueva tendencia a punto de consolidarse y con vistas a crecer en los próximos años: la venta de viviendas con inquilinos, en general personas mayores, para compradores que tengan en mente una inversión a medio y largo plazo. Surge así un tipo de operación hasta ahora casi desconocida a nivel local: la venta de la nuda propiedad, que permite al vendedor mantener el usufructo de su casa y, por tanto, seguir viviendo en ella hasta su fallecimiento. En el sector inmobiliario empiezan a trabajar también con la venta de pisos con inquilinos de renta antigua –un tipo de vivienda hasta ahora muy poco atractiva para posibles compradores– y con la salida al mercado de viviendas envejecidas que sus propietarios ponen a la venta para costearse sus cuidados en una residencia de mayores.

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