Sus impulsores lo definen como un «hito médico», un «éxito clínico absoluto» y, sobre todo, un avance que puede abrir la puerta a salvar millones de vidas. Un paciente australiano de 40 años con una insuficiencia cardíaca grave, y que dependía de un transplante de corazón para seguir viviendo, ha logrado sobrevivir más de 100 días con un órgano artificial de titanio. Se trata de la primera vez en la historia que se realiza una intervención de este tipo tan duradera y efectiva. Según explican los responsables de esta hazaña médica, liderada por el Hospital St. Vincent de Sydney, esta técnica ha permitido al paciente ganar meses de vida mientras esperaba la llegada del corazón de un donante. En estos momentos, los médicos afirman que el susodicho se está recuperando satisfactoriamente tras pasar por ambas intervenciones.

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