Sacudir a un bebé solo durante unos segundos puede tener consecuencias fatales: desde lesiones neurológicas graves a dejarle ciego o incluso provocarle la muerte. Es lo que se conoce como síndrome del bebé zarandeado, la principal causa de muerte en recién nacidos. De hecho, uno cada cuatro niños que sufre este tipo de violencia acaba falleciendo. Y de los que sobreviven, entre un 65 y un 80% presentan secuelas neurológicas, como deterioro motor, cognitivo o retraso mental. En España, de los 450.000 niños que nacen al año, unos 100 pueden padecer este síndrome.

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