A pesar de las más de ocho horas en coche que hay entre Avilés y Lebrija, los blanquiazules no estuvieron solos para su primer encuentro de play-off ante el Antoniano. Prueba de ello fue la locura que, cuando llegó el bus avilesino al Municipal de Lebrija, se formó a su alrededor. Un centenar de avilesinos, muchos ellos llegados el mismo díaa, se animaron a bajar hasta Sevilla, solo para que su equipo sintiese el calor de su afición. “Este año vamos a subir, hay que ir con ellos a muerte”, coincidían los aficionados mientras vitoreaban a la plantilla.

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