El Reale Arena se vistió con sus mejores galas para vivir una noche mágica de fútbol europeo. Venía la Real Sociedad de dar un golpe de autoridad ante el FC Midtjylland en el play-off y, si quería seguir con paso firme en la Europa League, debía antes superar a un histórico en crisis, un Manchester United muy mermado y que se plantaba en San Sebastián con tan solo 18 convocados, pero que jugó un partido muy serio y se adelantó por medio de Zirkzee. Sin embargo, Oyarzabal, de penalti, empató la eliminatoria y revivió a la Real Sociedad (1-1).

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