«No puede ser que el centro dé esta impresión a los visitantes». Así de tajante se mostraba Joaquín Rial al describir el actual estado de la acera de la calle Marqués de San Esteban. En concreto, el tramo que recorre bajo los arcos ha sufrido un gran deterioro desde el 2018, cuando se realizaron las últimas labores de remodelación. Los vecinos son conscientes de que es una zona que sufre mucho tránsito de personas, en especial las noches de los fines de semana donde varias discotecas se convierten en uno de los centros neurálgicos de la fiesta gijonesa. De ahí que esperan que las pruebas que ha comenzado a realizar el Ayuntamiento para hacerlo más resistente, como publicó ayer LA NUEVA ESPAÑA, den sus frutos.

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