El desenlace más cruel: el Oviedo pierde dos puntos con un gol del portero del Eibar en el último suspiro (1-1)

El desenlace más cruel: el Oviedo pierde dos puntos con un gol del portero del Eibar en el último suspiro (1-1)

En Ipurua siempre toca sufrir. Da igual cómo esté el rival, ni como llegues tú. Tiene el estadio esa mística particular que lleva al rival a la extenuación. Siempre se pasa mal, pero lo del Oviedo esta vez roza la exageración. Porque supo aguantar el equipo de Paunovic las acometidas locales, en un inicio pobre de los de Paunovic y en la reacción armera al final. Se creía ganador con un tanto de killer de Alemão cuando llegó el mazazo. En el 94, en la última jugada del choque, y con un cabezazo del portero lcoal, Magunagoitia, que había subido a la desesperada. Cruel desenlace, ese 1-1 que deja en paso corto lo que parecía una zancada hacia el sueño del ascenso.