Desarrollo rural en un mundo acelerado

Son varias las opciones más habituales y utilizadas para denominar la época que nos ha tocado vivir, siendo cada una de ellas, probablemente, la más adecuada según la perspectiva a aplicar. Vivimos en la era de la inteligencia artificial, donde los algoritmos y modelos avanzados transforman nuestros sistemas productivos. También en la era de la hiperconectividad, en la que la comunicación instantánea y la interdependencia digital moldean nuestras relaciones y dinámicas sociales. En el ámbito laboral y económico, nos enfrentamos a la era de la automatización, con el avance de la robótica mejorando, y a veces desplazando, tareas tradicionales. En estos tres enfoques, más que apropiados y definitorios de nuestro tiempo, subyacen evidentes oportunidades para dejar sin argumentos a quienes huyeron del medio rural buscando una vida mejor, ya que los desarrollos mencionados vienen al «rescate» de quienes sienten que su calidad de vida y sus logros vitales pueden peligrar en aldeas remotas, al reducir o anular la brecha potencial.