La palabra ‘cónclave’ proviene del latín ‘cum clave’, bajo llave, porque los cardenales encargados de elegir al nuevo Papa se encierran literalmente en la Capilla Sixtina y permanecen incomunicados y aislados del mundo hasta que logran escoger un pontífice. Eso es lo que sucederá a partir de este miércoles, 7 de mayo, cuando los 133 purpurados electores tengan que designar al sucesor del papa Francisco. Poco ha cambiado a lo largo de las décadas en el milenario ritual de un cónclave que esta vez, si se cumplen los pronósticos de los vaticanistas, podría alargarse más que en 2005 y 2013.

Publicado enOtros Última Hora